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¡Socorro, se me cae el pelo!

En dermatología las consultas sobre la caída del cabello son muy (muy) habituales.

Si alguien ha tenido problemas capilares sabe por qué: perder el cabello puede ser muy traumático para la gran mayoría de la población.

 

Y para empezar con las consultas más frecuentes, vamos a hablar de la causa más frecuente de caída difusa del cabello: el efluvio telogénico.

 

¿Qué es el efluvio telogénico?

Es una patología heterogénea que puede deberse a multitud de factores. Se define como la pérdida de cabello por una caída excesiva de éste, que puede ocurrir de forma aguda (<6 semanas) o crónica (>6 semanas), y que en los casos más crónicos sí puede llegar a producir una disminución del volumen capilar o alopecia.

Ocurre fundamentalmente en mujeres entre 30 y 50 años y sobre todo en aquellas que tienen un importante volumen capilar y de forma súbita presentan una caída importante (se cae el pelo “a puñados”), llegando a generar una gran preocupación.

 

¿Por qué se produce?

Se produce por una alteración del ciclo normal del pelo. Cada cabello pasa siempre por tres etapas: fase anágena (crecimiento), catágena (parada) y telógena (caída).

Cada una de estas fases tiene una duración determinada y propia de cada individuo, y lo normal es que el cabello se encuentre en fase de crecimiento durante años, en fase de parada durante pocas semanas y después se separe del cuero cabelludo para permitir el crecimiento de un nuevo cabello.

 

El problema viene cuando el cabello entra en fase de caída antes de tiempo y comienza a caerse de forma abundante sin respetar el plazo habitual para el crecimiento de nuevos folículos.

 

¿Qué factores provocan el efluvio?

Los factores son muchos, y en la mayoría de los casos la caída de pelo no se produce por uno solo, sino por la combinación de varios.

Los más frecuentes son:

 

·      Tras el nacimiento (se trata de un fenómeno normal y transitorio de todos los recién nacidos)

·      Tras la gestación (de dos a tres meses tras el parto)

·      Por la toma o la suspensión de fármacos

·      Por dietas inadecuadas (especialmente en anorexia nerviosa)

·      Por el déficit de hierro o ferritina (aunque respecto a este punto los estudios son contradictorios)

·      Por déficit de otros elementos (zinc, selenio, biotina, vitamina D…)

·      Por enfermedades autoinmunes (sobre todo tiroiditis)

¿Cómo se trata?

El tratamiento es complejo fundamentalmente por la heterogeneidad de esta entidad y por las diferentes causas que influyen en ella.

 

En los casos agudos no requiere tratamiento, ya que una vez cese el estímulo que favorece la caída del pelo (tras la gestación, tras la toma de fármacos…), el cabello volverá a iniciar su ciclo habitual y se recuperará todo el cabello perdido.

Los casos crónicos son los que sí pueden beneficiarse de los tratamientos específicos y estudios complementarios para descartar enfermedades asociadas.

En la mayoría de casos no se encuentran déficits vitamínicos que justifiquen esta pérdida, aunque la toma de suplementos orales específicos durante periodos de tres meses puede beneficiar a la mayoría de los pacientes.

El minoxidil tópico también puede ser útil en los casos más crónicos, y la infiltración de plasma rico en plaquetas (como expliqué en un post anterior) también ha demostrado beneficios en un número considerable de pacientes.

 

En definitiva, el efluvio telógeno es una patología muy frecuente y en la mayoría de los casos transitoria. Sin embargo, en aquellos casos más crónicos os recomendamos que acudáis a vuestr@ dermatólog@ de confianza para un diagnóstico y tratamiento adecuado.

 

Au revoir!

 

Dra. Inés Escandell