Ingredientes, polémicas y seguridad: Todo sobre los pintauñas
Las uñas de las manos crecen una media de 0’1 mm al día o 3 mm al mes, (las de los pies crecen a un tercio de esta velocidad), y son unas de las partes del cuerpo que más a la vista están durante las interacciones sociales, por eso su aspecto sí importa.
Desde hace cientos de años se han utilizado diversos métodos para colorear las uñas. Por suerte, estos métodos se han perfeccionado notablemente hasta ofrecernos una amplísima gama de lacas de uñas de todas las formas y sobre todo, colores.
Pero ¿de qué está hecho un pintauñas?
Os contamos qué ingredientes básicos lo componen, qué polémicas se han asociado a cada ingrediente y por qué son seguros:
1. Resinas o “formadores de película”
Las resinas mantienen unidos al resto de los ingredientes y crean una película resistente sobre la uña.
Se pueden dividir en dos grandes grupos de resinas:
· Resinas duras y brillantes como la nitrocelulosa y los polímeros de metacrilato (los encontramos en el INCI como “acrylates co-polymer”). Están en mayor porcentaje en los productos “top coat”, dado que se busca un acabado más resistente.
· Resinas más suaves y flexibles, (“tosylamide/epoxi resin”, “tosylamide/formaldehide resin” o varios tipos de resinas de polyester). Estas son más abundantes en los productos tipo “base coat”, ya que favorecen la adherencia.
*Polémica: La presencia del nombre “formaldehide” en el INCI de las lacas de uñas ha supuesto una gran polémica en los últimos años ya que la inhalación de formaldehido (el formaldehido es un gas, su forma disuelta se denomina formalina y no tiene los mismos efectos) en ambientes industriales se ha asociado a un incremento del riesgo de cáncer.
*Seguridad: La molécula “tosylamide/formaldehide resin” es inerte. El formaldehido (gas) se consume durante la reacción, y el poco que queda se solubiliza en el agua, por lo que no se libera formaldehido en forma gaseosa al utilizar dicho producto. Es decir, al no liberarse formaldehido no existe riesgo de cáncer. Además, en el caso de esta resina, tampoco existe riesgo de alergia al formaldehido.
2. Disolventes
Son los encargados de mantener la fórmula. Disuelven la resina y llevan suspendidos los pigmentos. Al evaporarse dejan una película homogénea. La velocidad de evaporación de los disolventes será la que determine el tiempo de secado de cada esmalte.
Los más usados (no, no es la acetona, esta se usa solo para retirarlo, así que no la utilicéis para reanimar un esmalte moribundo) son “ethyl acetate”, “propyl acetate”, o “isopropyl alcohol”.
*Polémica: Hace años el tolueno era uno de los disolventes más empleados. La inhalación de tolueno se ha asociado a toxicidad sistémica.
*Seguridad: Aunque las dosis de tolueno permitidas son inferiores a los límites de exposición, su uso se ha ido abandonando progresivamente para evitar la preocupación de los consumidores.
3. Plastificantes
Ayudan a mantener la flexibilidad de las resinas y así evitan la ruptura de la película y que se astille. Algunos de los más frecuentes son: “triphenyl phosphate”, “trimethyl pentanyl diisobutyrate” o “sucrose benzoate”.
*Polémica: Uno de los plastificantes más utilizados hace décadas era el DBP (ftalato de dibutilo), cuyo uso se ha asociado a efectos de interrupción endocrina.
*Seguridad: Tras su prohibición en Europa hace más de una década, se ha dejado de utilizar prácticamente en todo el mundo (ya que en caso de contenerlo los productos no podrían venderse en la Unión Europea)
4. Colorantes
Son los pigmentos que dan color a la laca, y se seleccionan entre todos aquellos que están permitidos por la legislación.
Pueden ser orgánicos o inorgánicos (silicatos, óxidos o sulfatos de varios metales), y los encontramos en el INCI con su nomenclatura internacional que corresponde a un número CI (color index).
*Polémica: La pigmentación amarillenta de la lámina ungueal que aparece tras el uso de los esmaltes se debe a los colorantes, especialmente cuando forman parte del espectro de los rojos.
*Seguridad: Utilizar los esmaltes de uñas durante periodos breves disminuye este efecto. Además, utilizar una capa basal (base coat) antes de la aplicación de la laca con color también evita la aparición de ese tono amarillento en la uña.
5. Agentes tixotrópicos
La tixotropía es la “propiedad que presentan determinados fluidos, como la gelatina o la miel, que tienden a licuarse cuando se agitan y a solidificarse en estado de reposo”.
Es decir, los agentes tixotrópicos son los que se añaden a la fórmula para darle la consistencia adecuada y que sean más sencillos de manipular y aplicar.
Se suelen emplear derivados de la arcilla como “stearalkonium bentonite” o “stearalkonium hectorite”
6. Estabilizadores de color
Los esmaltes suelen venderse en envases transparentes o translúcidos, y ese es el motivo por el que se añaden estabilizantes, que evitan el cambio del color de la laca tras su exposición a la radiación UV (es decir, son fotoprotectores de la fórmula)
Los más habituales son “benzophenone-1” y “etocrylene”
7. Otros
En este último apartado incluimos aquellos ingredientes que están presentes en algunas fórmulas como conservantes (realmente no son necesarios en las fórmulas con disolventes, ya que estos impiden el crecimiento de microorganismos), perfumes, aceites vegetales, vitaminas o fibras como el nylon o la seda.
En conclusión, a pesar de que existe una preocupación creciente de los consumidores sobre la seguridad de los esmaltes de uñas, los principales ingredientes están sujetos a regulaciones de seguridad internacionales por lo que con la evidencia actual su uso no supone un riesgo para la salud.
¡Esperamos que os haya gustado!
Buena semana,
Dra. Inés Escandell
1- Cosmetic Dermatology: Products and procedures. Second edition. Edited by Zoe Diana Draelos. Wiley Blackwell.
2- Kwak K, Paek D, Park JT. Occupational exposure to formaldehyde and risk of lung cancer: A systematic review and meta-analysis. Am J Ind Med. 2020 Apr;63(4):312-327. doi: 10.1002/ajim.23093. Epub 2020 Jan 30. PMID: 32003024