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¿Cómo se trata el acné con retinoides tópicos?

La vitamina-A y sus derivados, tanto naturales como sintéticos, son más conocidos como retinoides. Actúan uniéndose a receptores específicos localizados en el núcleo celular y tienen efectos reguladores en la piel: controlan el proceso de queratinización (la maduración de las diferentes capas de la piel) y la proliferación de las células.

No es ningún secreto que a l@s dermatólog@s nos encantan los retinoides, y es que tienen infinidad de aplicaciones: desde el tratamiento de una verruga plana hasta el protocolo antiaging más lujoso pasan por ellos.

Pero hoy nos vamos a centrar en el uso de las cremas de retinoides en la patología dermatológica por excelencia: el acné.

 

¿Qué retinoides se utilizan?

No todos los retinoides son iguales, ya que cada molécula tiene una potencia y actividad distinta, tal y como explicó en su post la Dra. Sara Gómez.

Actualmente, la Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado tres retinoides tópicos para su uso en el acné: Adapaleno, tazaroteno y tretinoína. Además, las Guías de Práctica Clínica Dermatológica Europeas los recomiendan tanto solos (en los casos más leves) como combinados con tratamientos tópicos o sistémicos (en los casos más severos).

Los tres retinoides tópicos mencionados han demostrado eficacia en el tratamiento del acné, y por lo general son más eficaces cuanto mayor es la dosis administrada.

Su combinación con otros principios activos tópicos como el peróxido de benzoilo, el ácido salicílico o los antibióticos tópicos puede aumentar aun más esta eficacia.

 

¿Qué función tienen estos retinoides?

-       Normalizan la queratinización: Una de las alteraciones que se produce en el acné es la alteración de la queratinización. La acumulación de queratina favorece la oclusión de los folículos pilosebáceos y es culpable de iniciar la formación de los comedones (puntos negros y blancos). La normalización de este proceso previene la formación de comedones.

-       Reducen la respuesta inflamatoria.

-       Favorecen la penetración de otros tratamientos.

-       Mejoran la hiperpigmentación postinflamatoria.

 

¿Qué efectos secundarios tienen?

La cara B del uso de los retinoides son los bien conocidos efectos secundarios: Irritación, sequedad, descamación o sensación de picor/escozor.

En el caso del adapaleno este tipo de efectos aparecen aproximadamente en un 10-15% de los pacientes. La tretinoína presenta una tasa de efectos adversos similar, mientras que en el caso del tazaroteno el porcentaje de efectos secundarios es mayor, alcanzando hasta el 35% (no obstante, el uso de este producto para el acné en Europa es muy poco frecuente).

En la gran mayoría de los casos, estos efectos adversos son leves y no requieren la suspensión del tratamiento, sin embargo, son uno de los motivos que favorece el abandono por la incomodidad que pueden generar.

 

¿Cómo se solucionan esos efectos?

Es habitual que cambiando la pauta de aplicación (haciéndola menos frecuente o utilizando menos cantidad) estos efectos mejoren. Además, de forma progresiva se adquiere cierta tolerancia.

Sin embargo, es frecuente que aconsejemos la combinación con otros productos que ayuden a mejorar la irritación y la sequedad que se producen.

 Aquí os dejamos algunos ejemplos:

 

-       Sébium Sensitive (Bioderma): Además de su función antiacné ayuda a calmar y rehidratar tras el uso de retinoides tópicos.

-       Cleanance Hydra (Avène): Crema hidratante no grasa que mejora la sequedad.

-       Effaclar H (La Roche Posay): Hidratante específica para pieles grasas en tratamientos que favorecen la irritación.

 

 

¿Cómo se utilizan los retinoides?

Su gran eficacia los hace idóneos para el tratamiento de las formas leves o moderadas de acné, pero por sus efectos secundarios no se debe iniciar el tratamiento sin el diagnóstico y asesoramiento de un@ dermatólog@.

Lo habitual es que comencemos por un tratamiento espaciado (no diario) y evitando las zonas más sensibles como el contorno de ojos o labios. Posteriormente, dependiendo de la tolerancia, se puede aumentar la frecuencia de aplicación o bien aumentar las zonas tratadas.

En definitiva, una pauta personalizada y combinada con otros productos pautados en la consulta de dermatología son ideales para disminuir la sequedad o la irritación y obtener los mejores resultados posibles.

 

¡Buen día!

 Dra. Inés Escandell