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¡SOS! Ya no quiero mi tatuaje…

Hola a todos

 

A raíz de uno de nuestros últimos posts donde hablábamos de los riesgos de tatuarse, nos habéis pedido que dedicáramos otro a cómo eliminarlos.

 

A pesar de que hoy en día los tatuajes se consideran un signo de identidad, distinción o modernidad, estudios recientes sugieren que hasta 1 de cada 3 pacientes se arrepienten de alguno de sus tatuajes, especialmente los hombres.

 

Además, la mayoría de las personas que tienen tatuajes, se arrepientan o no, desearían que existiese un método fácil para su eliminación completa.

 

 ¿Qué es un tatuaje desde el punto de vista de un dermatólogo?

Los tatuajes son partículas de tinta inyectadas que se depositan en la dermis, que es la capa que forma la estructura de nuestra piel. Es una capa profunda, y por tanto cualquier daño que se produzca a ese nivel dejará una cicatriz.

En el artículo donde hablamos sobre las consideraciones previas a la realización de un tatuaje encontraréis más información. [falta hipervínculo, lo pondré cuando se publique el otro]

 

¿Por qué es tan difícil eliminar un tatuaje?

Ya hemos comentado que el pigmento se deposita en una capa de la piel que debido a su profundidad cualquier daño no controlado se convierte en una cicatriz.

Por lo tanto:

  • Cualquier crema o aceite que anuncien que puede eliminar un tatuaje:

    • No lo hará porque no llegará a la profundidad adecuada.

    • Eliminará el tatuaje a base de hacer una quemadura química profunda en toda el área de aplicación, dañando la dermis y consecuentemente dejando una cicatriz similar a una quemadura de tercer grado.

  • Los láseres de eliminación de tatuajes funcionan mejor, ya que detectan los pequeños acúmulos de pigmento por su color y los fragmentan de forma selectiva sin producir un daño relevante en la piel que los rodea. Las células del sistema inmune son capaces entonces de absorber las micropartículas de tinta y eliminarlas a través de los ganglios linfáticos.

 

¿Qué factores influyen a la hora de eliminar un tatuaje?

  • El grosor de la capa de tinta: los tatuadores profesionales utilizan grandes cantidades de tinta, por lo que el sistema inmune no siempre es capaz de eliminarla por completo. Además, suelen ser más profundos y el láser llega con mayor dificultad que a los tatuajes amateurs, cosméticos y micropigmentaciones, donde la tinta es habitualmente más superficial.

  • La calidad de la tinta: a pesar de que las tintas pasan numerosos controles, no hay un marco legal adecuado que regule los componentes de las mismas. Además, en ocasiones la composición real no coincide con la etiquetada en el envase o se ocultan componentes bajo códigos numéricos indescifrables.

  • El color del tatuaje: el láser tiene afinidad por el color de la tinta. Como norma general los colores más fáciles de eliminar son el negro y el azul, y los más difíciles los colores claros como el verde y amarillo. El rojo se situaría en un punto intermedio.

  • El tipo de láser, que comentaremos en el siguiente apartado.

  • La antigüedad: cuanto más antiguo es un tatuaje más difícil es eliminarlo.

  • La zona:

  • Piernas, brazos o espalda: la piel es más gruesa por lo que la tinta tiende a estar más profunda y el láser llega peor.

  • Las áreas más alejadas de los ganglios linfáticos como muñecas y tobillos son también más resistentes.

  • Escote, cara o cuello: la piel es más fina, así que la tinta estará más cerca de la superficie. Suelen responder mejor al tratamiento y requerir un menor número de sesiones

¿Qué tipo de láseres existen?

Existen muchos tipos de láser que pueden utilizarse para eliminar un tatuaje, pero nos centraremos sólo en los que consideramos más eficaces.

o   Láseres de picosegundos: en términos generales son los más eficaces y seguros que existen actualmente. Según su longitud de onda (532nm, 694nm, 755nm y 1064nm) los utilizaremos para eliminar tatuajes de un color u otro. Uno de los más conocidos es el Picosure.

o   Láseres Q-Switched: los más utilizados son el Alejandrita, Nd YAG y Ruby. Son también muy eficaces, y para personas con fototipos oscuros el Nd YAG disminuye el riesgo de hipopigmentación residual.

 

¿Cuántas sesiones son necesarias?

De nuevo depende de muchos factores (color, localización, extensión, cantidad de tinta o antigüedad) pero habitualmente de 2 a 8 sesiones que pueden repetirse a partir de las 6 semanas.

 

¿Es doloroso?

El umbral del dolor depende de cada persona, pero en líneas generales sí es un tratamiento molesto, aunque por nuestra experiencia suele ser llevadero. Depende sobre todo de la zona y de la extensión del tatuaje, y suele disminuir a medida que se van haciendo más sesiones, porque queda menos tinta en piel. Existen cremas anestésicas que pueden minimizar el dolor y también está la posibilidad de infiltrar anestesia local, además, si estáis leyendo esto y tenéis un tatuaje os diré que no duele mucho más que hacérselo.

 

¿Qué cuidados debo aplicar tras el tratamiento con láser?

Es habitual, aunque no siempre ocurre, que inmediatamente tras el tratamiento se dibuje una herida superficial siguiendo las líneas del tatuaje. El cuidado debe incluir las medidas de higiene de cualquier herida; desinfectar diariamente con un antiséptico, llevar cubierto para evitar la radiación solar y su consecuente pigmentación y en ocasiones aplicar productos favorecedores de la cicatrización.

 

¿Qué complicaciones o secuelas pueden aparecer tras un tratamiento con láser?

Podemos dividirlas en dos grupos:

-       Falta de eficacia del láser: en cuyo caso observaremos una sombra o una imagen desdibujada del tatuaje inicial. Es más frecuente en tatuajes realizados en la espalda, con colores claros o muy antiguos.

-       Complicaciones propias del láser:

  • En pieles oscuras puede desaparecer el pigmento no sólo del tatuaje sino también de la propia piel, quedando dibujado el tatuaje con un color blanquecino.

  • Cicatrización anómala de la herida con aparición de queloides o cicatrices hipertróficas.

 

En resumen,

  • Eliminar un tatuaje es complejo y claramente es mucho más costoso, en términos de tiempo, esfuerzo y dinero, que hacérselo.

  • La decisión de hacerse o eliminarse un tatuaje es personal, pero debe tomarse de forma responsable y con la información médica adecuada.

  • Las cadenas de eliminación de tatuajes (hoy en día cada vez más numerosas) invierten mucho en marketing, pero en muchas ocasiones no cuentan ni con el material/ equipamiento adecuado ni con profesionales suficientemente cualificados. Desconfía de promesas de resultados rápidos, precios bajos y ausencia de potenciales efectos secundarios.

Busca siempre un@ Dermatólog@ especializado que te informe y recomiende la opción más adecuada para tu tatuaje y tu tipo de piel. ¡Estamos para ayudarte!

 

¡Buena semana!