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QUERATOSIS PILAR: ¿QUÉ DEBES SABER?

La queratosis pilar es una afección cutánea benigna y muy frecuente que se caracteriza por la presencia de “granitos” pequeños, de textura áspera e irregular, que se asemejan a “la piel de gallina o granos de arena”. Seguro que muchos de vosotros lo habéis padecido o conocéis a alguien que lo presenta. Si quieres saber más sobe esta condición, ¡sigue leyendo!


¿Cómo se presenta la queratosis pilar?

Se presenta en forma de pápulas (elevaciones de menos de 1 cm de diámetro, bien definidas y de contenido sólido), de diferente coloración (blancas-color piel-rojizas), perifoliculares (alrededor de los folículos pilosos) y con una textura “rasposa” al tacto.

Respecto a la edad de presentación, se calcula que aproximadamente el 51% se inician en la primera década, el 35% en la segunda y el 12% en la tercera. Casi la mitad de los casos refieren mejoría durante los meses de verano (por mayor humedad ambiental), y también es habitual que mejoren con la edad.

Dependiendo de la edad del paciente las lesiones se distribuyen en diferentes áreas corporales; en el rango de edad adolescente-adulto es más frecuente en nalgas y en cara lateral de brazos y de muslos, mientras que en niños se suele afectar la zona de las mejillas.

¿Cómo se forma?
La queratosis pilar se caracteriza por la presencia de tapones de queratina en los orificios foliculares. Esto produce que dichos folículos se distiendan, asociando en ocasiones una pequeña inflamación de la piel circundante, que se traduce en eritema (rojez) perifolicular, que varía en diferentes grados de gravedad, según el grado de inflamación.

¿Cuál es su causa?

Se desconoce la causa exacta de por qué se produce, pero muchas veces encontramos entre los antecedentes un historial familiar con la misma afección.

La queratosis pilar se da frecuentemente de forma aislada, aunque también existen condiciones a la que se asocian frecuentemente, como por ejemplo, fototipos o pieles más oscuras y dermatitis atópica (en la que se considera un criterio diagnóstico menor).

También existen diversos trastornos hereditarios, donde se evidencia asociación con dicha condición cutánea, tales como, ictiosis vulgar o alteraciones del cromosoma 18p. Otras asociaciones comunes son la obesidad, la diabetes, el síndrome de Noonan, la insuficiencia renal, el síndrome de Down, el síndrome de Graham-Little, la paquioniquia congénita. También se ha visto mayor asociación de queratosis pilar con el uso de fármacos, como corticoides sistémicos, litio y vemurafenib (un inhibidor del BRAF que se utiliza en casos de melanoma metastásico).

¿Qué síntomas produce?
Entre los síntomas que produce encontramos la implicación estética, sobretodo, cuando dichas lesiones se forman en zonas más expuestas como por ejemplo la cara. También puede provocar una cierta aspereza cutánea (que en ocasiones se compara con el papel de lija), acompañada de sequedad cutánea. En algunas ocasiones también puede ocasionar leve picor o prurito. Suelen desaparecer sin lesión residual, aunque en ocasiones pueden dejar cicatriz residual, sobre todo las que se dan en la región facial.

¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se realiza generalmente mediante una correcta historia clínica, con una adecuada anamnesis y exploración física, sin necesidad de pruebas complementarias.

¿Cómo se trata?
A pesar de que la queratosis pilar no se puede prevenir ni curar, sí es posible mejorarla. En este sentido, el tratamiento debe ir dirigido a prevenir la excesiva sequedad cutánea, conseguir el reblandecimiento y la eliminación de los tapones de queratina y proporcionar una mejoría de los síntomas tales como el enrojecimiento o el aspecto áspero de la piel. Se debe tener en cuenta que el tratamiento suele durar meses y las recidivas son frecuentes.

En general los tratamientos consisten en combinaciones de varios de ellos, y entre las opciones terapéuticas disponibles encontramos:
• Hidratación con lociones emolientes.
• Cremas con agentes queratolíticos suaves que exfolien la piel (que contengan ácido láctico, ácido salicílico, ácido glicólico o urea).
• Corticoides tópicos (de baja-media potencia) para el componente inflamatorio.
• Retinoides tópicos pueden ser útil en algunos casos.

¿Qué recomendaciones podemos seguir para mejorarla?

Los hábitos de higiene en la queratosis pilaris juegan un papel clave a la hora de mantener una adecuada humedad en la piel y evitar una excesiva sequedad cutánea. Por ello, se aconseja limitar el tiempo de la ducha (no más de 10-15 minutos), utilizar agua templada, optar por geles de baño sin jabón (syndet), secar suavemente la piel sin friccionar y aplicar siempre una crema hidratante tras el baño.

Respecto al uso de exfoliantes mecánicos tipo guante de crin o un scrub, hay controversia en la literatura, habiendo autores que recomiendan su uso, y otros que opinan lo contrario…por lo que deberá individualizarse cada caso en función de si le va bien este tipo de medida o no…

Como siempre en caso de dudas lo mejor será preguntar a vuestr@ dermatólog@ que será el profesional más indicado en aportar soluciones eficaces en cada caso.
 
¡Buen día!
 
Dra. Berbegal

Bibliografía
* Queratosis pilar [en línea]. Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología, 2016. <https://fundacionpielsana.es/wikiderma/queratosis-pilar>.

* Queratosis pilaris [en línea]. Mayo Foundation for Medical Education and Research, 2018. <https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/keratosis-pilaris/symptoms-causes/syc-20351149>.