Ya os hemos hablado en alguna ocasión de la Dermatitis atópica (DA), enfermedad inflamatoria de la piel que afecta aproximadamente a un 15-30% de los niños en los países industrializados.  Hoy en concreto nos centraremos en los trastornos del sueño que suelen acompañar a estos pacientes, de cómo puede afectarles a su calidad de vida, y de cómo mejorarlo.

¿Por qué tienen afectado el sueño los pacientes con DA?

Diversos estudios han demostrado que los niños con DA tienen una latencia de inicio del sueño más prolongada, menor eficiencia del sueño y una mayor fragmentación del sueño en comparación con los niños sanos. A pesar de que es un enfermedad muy conocida, la fisiopatología del trastorno del sueño en pacientes con DA es compleja y existen varios factores implicados, siendo el prurito el condicionante más importante. De hecho ambas cosas (picor y alteraciones del sueño) son medidas que se tienen en cuenta a la hora de calcular la gravedad de la enfermedad en escalas como el SCORAD (Scoring Atopic Dermatitis).

Otros factores que se han relacionado con las alteraciones del sueño en estos pacientes son el sistema inmunológico, los factores ambientales, el ritmo circadiano y la melatonina. Sin embargo todavía queda un largo camino por recorrer en este ámbito y hacen falta más estudios para comprender mejor los mecanismos implicados.

¿Cómo les influyen estas alteraciones del sueño en su calidad de vida?

Estas alteraciones del sueño hacen que la calidad de vida de estos niños pueda verse afectada, ya que si no duermen bien, es probable que luego estén más nerviosos e irritables. Además el cansancio debido a la falta de descanso nocturno puede interferir con su capacidad de atención y aprendizaje. Por otra parte, es importante recalcar que muchas veces no solo se ve afectada la calidad de vida de los pacientes, sino también la de sus familiares.

¿Qué podemos hacer o cómo lo podemos mejorar?

No existe un consenso actual sobre cómo manejar los trastornos del sueño en niños con DA. Los que sí que parece estar claro es que si tenemos bien controlada la enfermedad, es probable que mejoremos las alteraciones del sueño y la calidad de vida de los pacientes, especialmente si controlamos el picor.

En este sentido en muchas ocasiones en la práctica clínica se prescriben antihistamínicos para paliar los síntomas de la DA, especialmente para calmar el prurito. Sin embargo muchos estudios han demostrado que no son muy útiles a la hora de reducir el picor de esta enfermedad. Sin embargo, sí son beneficiosos para mejorar los eccemas y tratar cuadros relacionados con la marcha atópica como por ejemplo la rinitis o conjuntivitis alérgica que muchas veces presentan estos pacientes de forma concomitante.

Por tanto, las principales medidas para controlar la enfermedad y sus síntomas como el picor suelen ser tratamientos tópicos con corticoides e inhibidores de la calcineurina, todo ello  siempre acompañado, de cuidados y medidas de hidratación adecuadas que ya os comentamos con anterioridad en el post dedicado a la DA.

Dado que melatonina desempeña un papel importante en la regulación de la fase del sueño y el ritmo circadiano se ha postulado como tratamiento prometedor en las alteraciones del sueño de los niños con DA, y aunque en algunos trabajos ya ha demostrado su eficacia con buen perfil de seguridad, se requieren más estudios para evaluar la dosis y duración óptima de esta estrategia terapéutica. 

Otras medidas que podemos emplear para ayudara los niños con DA a dormir mejor son:

-       Evitar el acúmulo de ácaros del polvo en el ambiente.

-       No utilizar muchas mantas o/y evitar ambientes demasiados calurosos que pueden dar lugar a aumento del picor…

-       Evitar ambientes demasiado secos (utilizar humidificadores)

-       Seguir la misma rutina todas las noches (por ejemplo: empezar una baño/ducha templada, después aplicar la hidratación y terminar con un cuento que les relaje, sin utilizar pantallas luminosas…)

-       Utilizar prendas de algodón para el pijama o la ropa de cama. También se pueden poner los pijamas del revés para evitar el roce o la irritación de las costuras/etiquetas…

-       Lavar las prendas con detergentes suaves, evitando suavizantes y perfumes.

-       En algunos caso puede ser conveniente aplicar guantes para evitar lesiones de rascado…

¡Esperamos que os haya gustado!

¡Buena semana!

Dra. Berbegal