¡Lo que necesitas saber sobre la celulitis y cómo eliminarla!
¿Quién no tiene o conoce a alguien con celulitis? Esto es así porque afecta a más del 90% de las mujeres y también a muchos hombres, aunque en ellos es bastante menos frecuente.
¿Qué es la celulitis?
La celulitis es un trastorno del tejido celular subcutáneo [la grasa que está debajo de la piel], en el que se altera su metabolismo provocando cambios en la apariencia de la piel en forma de nódulos y hoyuelos que ocasionan el aspecto tan típico de “piel de naranja”. Esta alteración del tejido adiposo no se considera una enfermedad, sino una alteración estética de la superficie de la piel.
¿Quién puede tener celulitis?
Cualquiera puede tener celulitis, pero es mucho más frecuente en mujeres y a partir de la pubertad. Algunos estudios afirman que entre el 85% y el 95% de las mujeres a partir de la adolescencia, en mayor o menor grado, tienen celulitis. Por suerte para los hombres, en ellos es muy infrecuente (por eso se cree que influyen factores hormonales).
Afecta a todas las razas, pero es más frecuente en la raza caucásica, siendo las asiáticas las que menos la padecen. Las zonas que se afectan con más frecuencia son las llamadas regiones ginoides: caderas, muslos, nalgas y abdomen. Sin embargo no es igual para todas las mujeres, las mujeres latinas desarrollan más celulitis en las nalgas, mientras que las anglosajonas y nórdicas lo hacen más en el abdomen.
¿Por qué tenemos celulitis?
A día de hoy, no se sabe exactamente por qué aparece la celulitis habiendo pocos estudios científicos al respecto, pero se cree que tiene un origen multifactorial. Las hipótesis más aceptadas por los expertos en el tema son las siguientes:
Cambios estructurales cutáneos: en las mujeres afectadas por celulitis se produce una herniación de la grasa hacia la dermis, mostrando una pérdida de la homogeneidad del borde entre dermis y epidermis, lo que provoca la aparición de nódulos.
Alteraciones en los tabiques conjuntivos: según los estudios, la herniación de la grasa se produce porque los tabiques del tejido conjuntivo pierden su disposición y se disponen verticalmente, de forma que la grasa “sobresale”.
Cambios vasculares: se han demostrado alteraciones de la microcirculación a nivel del tejido celular subcutáneo, lo que provoca hipoxia (falta de oxígeno en los tejidos) e inflamación secundaria, lo que conlleva en última instancia a la fibrosis del tejido, y esta fibrosis retrae la piel contribuyendo a la formación de hoyuelos.
Factores inflamatorios: además de la hipoxia, otros factores como el estrés, el sedentarismo, las dietas ricas en grasa, el tabaco y el alcohol, contribuyen a aumentar la inflamación mediante el aumento distintas citoquinas proinflamatorias, lo que agrava el proceso de la celulitis.
Factores hormonales: se ha visto una relación de la celulitis con los estrógenos. El inicio de la celulitis suele aparecer ya en la pubertad, primer gran cambio hormonal en las mujeres. También se ha visto que la celulitis progresa o empeora tras tratamientos hormonales con estrógenos, anticonceptivos orales e incluso durante el embarazo.
¿Qué tratamientos existen para la celulitis?
Existen numerosas terapias que aseguran “eliminar” la celulitis, sin embargo no existen muchos estudios científicos rigurosos que comparen los tratamientos ni la eficacia de unos respecto a otros. A día de hoy, sabemos que la mayoría de cremas y productos tópicos para la celulitis tienen un beneficio muy limitado.
Lo primero es acostumbrarse a unos hábitos de vida saludables, ya que al mejorar el estado de salud global disminuiremos la inflamación del organismo en general y la del tejido adiposo en particular, disminuyendo así el riesgo o la progresión de la celulitis.
Tratamientos tópicos: aportan un beneficio limitado. Se utilizan sustancias con efecto lipolítico (disuelven la grasa), otras que mejoran la microcirculación y otras que actúan sobre el tejido conectivo. Os contamos algunos ejemplos de las más utilizadas:
Lipolíticos: aminofilinas, cafeína, teofilina, teobromina, adrenalina, piperoxan, fentolamina, dihidroergotamina, Coenzima A y ácido amino L-carnitina, extracto de Cóleo, extracto de Sauce, extractos vegetales de té verde, la Garcinia cambogia o el extracto de Guaraná.
Sustancias que actúan sobre el tejido conjuntivo: centella asiática, silicio, Vitamina C, Ácido hialurónico, alfahidroxiácidos (ácido láctico, cítrico, málico, tartárico).
Activadores de la microcirculación: naranja amarga, algas marinas, Castaño de Indias, Cola de caballo, hiedra, ciprés, pensamiento, pilosela, ruscus aculeatus, salvia, Ginko biloba, Vitamina E, cafeína, teofilina, teobromina.
Retinol: mencionamos aparte este tratamiento tópico. Aunque, como hemos comentado, las cremas ofrecen beneficios muy limitados, es cierto que los retinoides tópicos pueden mejorar algunos casos de celulitis incipiente, ya que actúan promoviendo la firmeza y grosor de la dermis.
Mesoterapia: lo ideal para que las sustancias que acabamos de comentar puedan hacer todo su efecto, es que penetren en la dermis o tejido celular subcutáneo y para ello se utiliza la mesoterapia (aquí teneis un link donde os explicamos esta técnica).
Tratamientos mecánicos:
Drenaje linfático: consiste en la realización de masajes para movilizar los fluidos intersticiales y favorecer el drenaje linfático en personas con insuficiencia venosa. La mejoría se aprecia desde las primeras sesiones, pero necesita un tratamiento a largo plazo para mantener la mejoría.
Presoterapia: se emplea un masajeador neumático para conseguir un masaje que active la circulación y el drenaje linfático, mejorando también el edema en las piernas.
Tratamiento quirúrgico:
Liposucción: obesidad y celulitis no son lo mismo. La liposucción aspira la grasa subcutánea mediante cánulas y es uno de los tratamientos clásicos de la celulitis. Sin embargo, en ocasiones puede producir un efecto paradójico, ya que tras la eliminación de la grasa se puede producir un empeoramiento del aspecto de la piel, debido a la flacidez residual.
Lipoescultura ultrasónica o láseres de lipólisis (endoláseres): consiguen una eliminación más controlada de la grasa, siempre que se traten pequeños volúmenes, y con un menor sangrado.
Rellenos dérmicos: se utilizan la hidroxiapatita y el ácido poly-l-láctico con la intención de atenuar las irregularidades de la piel provocadas por la celulitis, lo ideal es utilizarlos como complemento de otros procedimientos.
Dispositivos láser, ultrasonidos y radiofrecuencia:
En los últimos años se han desarrollado nuevos aparatos que permiten tratar la celulitis de una forma no invasiva y segura, aunque se necesitan más estudios que controlen sus resultados.Ultrasonidos focalizados: el sistema genera un haz de ultrasonidos y hace penetrar su energía hasta el tejido adiposo. El efecto térmico producido rompe la estructura interna del tejido graso y la descompone en partículas más pequeñas, que son reabsorbidas (UltraShape® y LipoSonix®).
Ultracavitación: un rodillo genera microburbujas de vacío de forma controlada, las cuales producen la llamada cavitación, destruyendo células adiposas y liberando la grasa (Liposonic®).
Radiofrecuencia: producen un remodelamiento del colágeno, favorecen el retorno venoso, la descomposición de la grasa y su eliminación a través del sistema linfático. (Accent®, ThermaCool®).
Otros: infrarrojos, radiofrecuencia y masaje (VelaSmooth® y Vela Shape®), láseres externos de baja frecuencia: SmoothShape® (láseres de 650 y 900 nm), TriActive® (láser de 808 nm + masaje y succión) y DermaWave® (láseres de 685 y 830 nm + masaje y succión).
Subcisión:
Consiste en romper los tractos fibrosos que traccionan de la piel, para disminuir la tensión y los hoyuelos.
Subcisión manual: es la técnica de subcisión clásica, que consiste en infiltrar anestesia local, introducir una aguja y realizar movimientos en abanico para romper manualmente los tractos fibrosos. Es eficaz, pero tiene varios inconvenientes como el dolor, el edema y los hematomas.
Cellfina®: se trata de un dispositivo novedoso, que permite controlar de forma más precisa el procedimiento de subcisión, disminuyendo los efectos secundarios principales que aparecen con la técnica manual.
Cellulaze®: es otro dispositivo también muy novedoso, que realiza la subcisión mediante un dispositivo láser que se introduce a través de la piel para liberar la energía a nivel subdérmico.
Como veis, existen muchas opciones para el tratamiento de la celulitis, así que os recomendamos consultar con un@ profesional acreditad@ para saber qué opción es mejor para vuestro caso y que os informe sobre unas expectativas realistas.
Y para que veáis que no estáis solas, os dejamos unas fotos de Allure de chicas con celulitis a las que no les importa nada de nada! https://www.allure.com/story/beautiful-cellulite-photos
¡Feliz día!
Dra. Sofía de Asís