Puntos rojos en la piel, ¿por qué me salen?
¡Hola a tod@s!
Hoy os hablamos de los ANGIOMAS esos “puntitos rojos” que seguro que muchos de vosotros tenéis en la piel y que no desaparecen. Popularmente se les conoce como “lunares de sangre, puntos rubí o cabezas de vena”. Los dermatólogos los solemos llamar angiomas capilares, angiomas seniles o puntos de Campbell de Morgan.
¿Qué son los angiomas?
Se tratada de pequeñas dilataciones capilares (normalmente de 1-2 mm de tamaño, aunque hay algunos que pueden hacerse más grandes), en forma de puntos rojos o violáceos que tienen forma redondeada, simétrica y regular. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, siendo más frecuente en la piel del tronco y de las extremidades superiores.
¿Por qué salen?
No existe una causa específica pero este tipo de lesiones pueden considerarse parte del envejecimiento cutáneo. Suelen aparecer a partir de la cuarentena pero en algunos casos aparecen antes. Además, suele haber un componente hereditario, habiendo normalmente antecedentes familiares. Otros factores que influyen en su aparición son hormonales como por ejemplo el embarazo.
¿Cómo se diagnostican?
El diagnóstico es clínico y debe hacerlo una persona especializada. Normalmente los dermatólogos nos ayudamos del dermatoscopio, con el que observaremos lo que se ha descrito como “lagunas rojas” en estas lesiones.
De todas formas aunque se trate de una patología benigna y fácil de reconocer, no todo punto rojo en la piel es un angioma capilar. Por ello, en caso de que una lesión rojiza sea irregular, cambie de color o de tamaño, o presente otros signos de alarma es aconsejable consultar con tu dermatólog@ para mayor tranquilidad y comprobar que efectivamente se trata de este tipo de lesiones y no de otra patología.
¿Cómo se tratan?
Estas lesiones no constituyen un problema de salud y la mayoría de veces se opta por la observación, salvo que sean muy grandes y provoquen molestias o sangrado, o por motivos estéticos. Se pueden eliminar con diferentes tratamientos como por ejemplo cirugía, electrocoagulación o láser, siempre por personal especializado. Una vez eliminados completamente no tienen porque reaparecer, sin embargo, el tratamiento no evita la aparición de nuevos angiomas si la persona afectada tiene predisposición a desarrollarlos.
Como siempre, en caso de dudas, lo mejor es consultar con vuestro dermatólog@, que será la persona más indicada para resolverlas y ofreceros la mejor solución en cada caso.
¡Buen día!
Dra. Laura Berbegal