¿Sabes qué le pasa a la piel con la menopausia?
¿Qué es la menopausia?
La menopausia se define como la ausencia de menstruación [amenorrea] durante 12 meses consecutivos, sin que se encuentren otras causas patológicas.
Esta transición a la menopausia, ocurre debido a cambios en la actividad folicular ovárica, lo que lleva a modificaciones endocrinas, biológicas y clínicas. De forma muy resumida, aparece como resultado de la deficiencia de estrógenos. Suele ocurrir alrededor de los 51 años y la mayoría de las mujeres experimentan diferentes síntomas debido a las fluctuaciones y cambios hormonales.
Un dato interesante, debido al aumento de la esperanza de vida, es que hoy en día las mujeres pasan hasta un tercio de sus vidas en la posmenopausia.
¿Qué síntomas aparecen durante la menopausia?
Los cambios de la menopausia provocan un impacto importante en diferentes áreas de la vida de las mujeres.
En este periodo se produce un aumento de la producción de mediadores inflamatorios, reactividad vascular, redistribución de grasa con aumento de la adiposidad visceral [la grasa que envuelve las vísceras] y una zona termoneutral del hipotálamo estrecha [esto es que la temperatura en la que un sujeto se siente “bien”, está más limitada].
Principalmente se ven afectados el sistema nervioso central, la piel, las mucosas, el cabello, el peso, el metabolismo, la función sexual y los sistemas urogenital y musculoesquelético.
¿Qué le pasa a la piel durante la menopausia?
La piel es el órgano más extenso del ser humano, y durante este periodo se ve muy afectada por todos los cambios hormonales, ya que es muy dependiente de los estrógenos. El hipoestrogenismo que caracteriza este periodo, intensifica los efectos del envejecimiento cronológico (propio del paso de los años) y el envejecimiento extrínseco (influenciado por los hábitos de vida, como el tabaco, la exposición solar, etc). Los cambios principales que ocurren son los siguientes:
Disminución en el contenido de colágeno.
Disminución en el contenido de agua.
Disminución de la elasticidad.
Disminución del grosor de la piel.
Alteración de la función barrera de la piel.
Atrofia de la hipodermis.
Impacto en la calidad de todas las capas de la piel.
Estos cambios se traducen en:
Piel más seca.
Piel más frágil, más propensa a heridas o laceraciones.
Aumento de las arrugas.
Disminución de la capacidad de cicatrización de heridas.
¿Qué alteraciones pueden aparecer durante la menopausia?
Prurito cutáneo: Es una de las principales preocupaciones de la piel en mujeres mayores de 65 años. La xerosis [sequedad de la piel] es la principal causa, y como hemos comentado, se debe a la disminución del contenido de agua de la piel y a la alteración de la función barrera de la misma.
Hiperhidrosis: El aumento de la sudoración en esta etapa de la vida se considera una hiperhidrosis secundaria. Puede mejorar con la terapia hormonal sustitutiva o con otros tratamientos como determinados antidepresivos o los anticolinérgicos. Si queréis saber más sobre hiperhidrosis, no os perdáis este post.
Alopecia senil: Con la edad, el cabello sufre cambios en el color, el crecimiento y el diámetro y puede apreciarse una reducción considerable de la densidad de folículos pilosos.
Alopecia androgenética: Un 50% de las mujeres sufren este tipo de alopecia a lo largo de sus vidas. Es la principal causa de alopecia en mujeres, siendo las mujeres perimenopáusicas las más afectadas.
Alopecia fibrosante frontal: Este tipo de alopecia es típica de mujeres postmenopáusicas, aunque también puede aparecer en mujeres jóvenes y en varones. Es una forma especial de alopecia, denominada cicatricial, ya que una vez instaurada es irreversible. Os cuenta todo sobre ella la Dra. Sofía de Asís en este post.
Uñas frágiles: Las uñas frágiles aparecen en un 20% de la población general, pero son el doble de frecuentes en mujeres que en hombres y su incidencia aumenta con la edad. Si te interesa el tema, no te pierdas este post de la Dra. Laura Berbegal.
¡Esperamos que os haya parecido interesante!
Feliz día,
Dra. Sofía de Asís
Bibliografía:
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