¿Desodorante o antitranspirante? Te explicamos las diferencias

El calor ya ha llegado para quedarse, y para adaptarse a él nuestro cuerpo utiliza uno de sus mecanismos favoritos para regular la temperatura, el sudor. 

 

Aunque muchas personas sufren de exceso de sudoración (Hiperhidrosis) durante todo el año, la mayoría de gente solo suda en exceso cuando se expone a temperaturas muy elevadas, con el ejercicio físico o con ciertos procesos como la fiebre. El resto del tiempo la presencia de sudor se limita a zonas muy concretas de nuestro cuerpo.

 

¿Por qué sudamos más en las axilas?

En nuestro cuerpo tenemos básicamente dos tipos de glándulas sudoríparas:

·     Glándulas ecrinas:  están presentes en prácticamente toda la superficie corporal, aunque son más abundantes en axilas, palmas y plantas. Producen un sudor acuoso inodoro y transparente.  

·     Glándulas apocrinas: presentes únicamente en las axilas, areolas mamarias y genitales.  Comienzan a funcionar durante la pubertad y se activan en situaciones de estrés.  Producen un sudor más denso, de color algo blanquecino y rico en ácidos grasos y proteínas.

 

De esta forma, en las axilas tenemos una gran densidad de glándulas ecrinas y apocrinas y por tanto se producirá una gran cantidad de sudor comparado con otras zonas corporales.

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¿Por qué el sudor huele mal?

El sudor recién emitido es inodoro, sin embargo, las bacterias que tenemos en la superficie de la piel (Corynebacterium, Streptococcus, Propionibacterium...) son capaces de degradar algunas de las moléculas presentes en el sudor y producir el olor característico como ya os explicábamos aquí.

 

Además, la higiene personal o el cambio de prendas de vestir también influyen mucho en el mantenimiento o la reducción del olor. 

 

¿Qué es un desodorante?

Los desodorantes son productos de aplicación tópica utilizados para reducir o enmascarar los olores desagradables. Para ello, constan fundamentalmente de fragancias, para enmascarar, de ingredientes encaminados a neutralizar o absorber los olores y de ingredientes con funciones antibacterianas, para evitar la degradación del sudor.

 

Sin embargo, no regulan la cantidad de sudor emitido. 

 

¿Es lo mismo que un antitranspirante?

Es frecuente escuchar los términos antitranspirante y desodorante como sinónimos, sin embargo, no son lo mismo.

Los antitranspirantes sí van encaminados a regular la cantidad de sudor emitido por las glándulas. Para cumplir con esta función contienen aluminio o sales de aluminio ( Aluminium Chlorohydrate, Aluminium Zirconium tetrachlorohidrex, Aluminium Zirconium Octachlorohydrex o Aluminium Sesquichlorohydrate). Estas sales permiten la formación de un “tapón” temporal en la salida de las glándulas y por tanto bloquean la salida de sudor al exterior. Es decir, disminuyen la sudoración.

 

Por ese motivo, el uso de antitranspirantes no requiere una re-aplicación diaria, ya que el tapón formado en el interior de cada glándula puede durar más de 10 días, hasta que es expulsado de forma natural. 

 

¿Y por qué se confunden?

Las sales de aluminio tienen también un efecto bactericida, que reduce la cantidad de bacterias en la superficie de la piel. Además, la mayoría de antitranspirantes contienen perfumes en su fórmula. Por ello, un antitranspirante sí puede ser un desodorante, ya que además de regular el sudor contiene ingredientes dirigidos a enmascarar el olor. Sin embargo, un desodorante no puede ser un antitranspirante si no regula la cantidad de sudor emitido. 

 

El etiquetado de estos productos puede llevar a error, ya que es habitual encontrar la palabra “desodorante” en productos que también tienen acción antitranspirante. Además, el marketing de “cosmética sin”, cada vez más popular, también ha favorecido esta confusión, y es habitual ver eslóganes como: “desodorante sin aluminio”, cuando realmente ningún desodorante no antitranspirante debería contener aluminio. 

Y la piedra de alumbre, ¿es lo mismo?

La piedra de alumbre (potassium alum) es uno de los ingredientes de moda de los desodorantes, especialmente aquellos que siguen la tendencia de “cosmética sin” o “cosmética natural”, ya que este ingrediente se puede encontrar en la naturaleza. Sin embargo, a pesar de contener aluminio, la piedra de alumbre no tiene efecto antitranspirante. Su efecto parece estar relacionado con cierta propiedad antibacteriana, y por este motivo solo podemos encontrarla como ingrediente de los desodorantes, pero no de los antitranspirantes.

 

 ¿Y el aluminio es peligroso?

Aunque la polémica sobre la relación entre el cáncer de mama y el uso de antitranspirantes con aluminio no es el objetivo de este post, es uno de los aspectos que más preocupa a la población y por ello lo mencionamos brevemente.

Respecto a esta polémica, las principales sociedades científicas apoyan la seguridad de estos productos. Actualmente no existen estudios de calidad que permitan afirmar que existe esta relación entre antitranspirantes y cáncer de mama. Además, la cantidad de aluminio absorbido con el uso de estos productos es mínima, y de hecho nos exponemos a otras muchas fuentes de aluminio a lo largo del día (envases de alimentos, utensilios de cocina, fármacos…).

Sin embargo, el uso de antitranspirantes no es necesario para toda la población ni requiere un uso diario. Como ocurre con cualquier producto, lo ideal es utilizarlo siempre que se necesite: cuando exista un exceso de sudoración que produzca incomodidad o limite la calidad de vida. Si no es así, el uso de desodorantes o no utilizar ningún producto, es perfectamente válido y saludable.

¡Esperamos que os haya resultado útil!

  

 

Buen día,

Dra. Inés Escandell