Lo que necesitas saber del ácido azelaico y sus usos en Dermatología
¿Qué es el ácido azelaico?
El ácido azelaico es un ácido de origen natural derivado del centeno, el trigo y la cebada que forma parte del grupo de los ácidos carboxílicos. En este grupo, encontramos otras moléculas muy útiles para el cuidado de la piel, como los alfa-hidroxiácidos (AHA), poli-hidroxiácidos (PHA), ácidos aldobiónicos (ABA), el ácido retinoico (un retinoide, puedes saber más sobre ellos aquí), y la vitamina C (en este post te lo contamos todo sobre esta vitamina).
¿Por qué es tan útil en Dermatología?
El ácido azelaico tiene ciertas propiedades que lo convierten en una molécula muy interesante:
- Antiinflamatorio: actuando a diferentes niveles moleculares, el ácido azelaico consigue disminuir la inflamación de la piel. Por ejemplo, elimina radicales libres, frena cascadas inflamatorias (que son procesos complejos que ocurren dentro de nuestras células cada día) y atenúa la inflamación producida por la exposición solar.
- Antibacteriano: el ácido azelaico es un bactericida de amplio espectro que actúa alterando el pH de las bacterias. A diferencia de los antibióticos, en general no aparecen resistencias bacterianas después de su uso, e incluso se ha demostrado que es capaz de eliminar bacterias que ya son resistentes a ciertos antibióticos.
- Queratolítico: nuestra piel tiene una capa superficial llamada epidermis, compuesta principalmente por queratinocitos (que actúan como ladrillos formando un muro) y el ácido azelaico consigue que esta capa disminuya su grosor, lo que ayuda a desobstruir los poros, por ejemplo.
- Despigmentante: la melanogénesis consiste en la formación de la melanina (pigmento que da color a nuestra piel, y a nuestras manchas) y en este proceso participa una enzima llamada tirosinasa, cuya función es inhibida por el ácido azelaico.
- Antiseborreico: este efecto lo consigue inhibiendo una enzima llamada 5-α-reductasa, que es la encargada de convertir la testosterona en otro andrógeno más potente, la dihidrotestosterona.
Entonces, ¿qué tratamos los Dermatólogos con ácido azelaico?
Debido a sus propiedades, el ácido azelaico se utiliza principalmente en estas patologías:
- Rosácea: la rosácea es una enfermedad en la que pueden aparecer lesiones inflamatorias como granos rojos y espinillas, por lo que el ácido azelaico es una buena opción de tratamiento.
- Acné: en el acné se altera la flora cutánea (las bacterias que habitan nuestra piel), aparecen granos de pus y quistes dolorosos, existe un exceso de queratinización (puntos negros o comedones) y además, todas estas lesiones pueden dejar como secuela manchas en la piel. Por eso el ácido azelaico es una buena opción para tratar acnés leves-moderados, ya que actúa sobre todos estos frentes. Además, como curiosidad, se utiliza mucho en el acné de la mujer adulta, ya que estas pacientes suelen tener una piel más sensible y el ácido azelaico por lo general se tolera bastante mejor que otros tratamientos tópicos para el acné.
- Pigmentación postinflamatoria: como hemos comentado, cualquier lesión inflamatoria en nuestra piel, puede dejar como secuela una mancha más o menos oscura, por lo que una alternativa de tratamiento despigmentante es el ácido azelaico.
- Melasma: como habréis leído en nuestro post sobre melasma, la primera línea de tratamiento para estas manchas son las cremas despigmentantes, y dentro de este grupo se encuentran las fórmulas que contienen ácido azelaico.
Efectos secundarios del ácido azelaico
Entre los efectos adversos del ácido azelaico encontramos irritación, enrojecimiento, picor o descamación, que suelen ser más intensos al inicio del tratamiento y que pueden minimizarse espaciando su aplicación. Sin embargo, estas reacciones son mucho menos frecuentes que con otros tratamientos tópicos para el acné, la rosácea o el melasma, como los retinoides o el peróxido de benzoilo, y en general los pacientes lo toleran muy bien.
Ventajas
- Puede utilizarse durante el embarazo, ya que la cantidad de producto que se absorbe tras su uso tópico está en torno al 3’6%, mientras que el 96’4% permanece en la piel. Además, en un elemento que se encuentra en ciertos alimentos y en la sangre en condiciones normales. Es un fármaco de categoría B según la FDA (Food and Drugs Administration) durante el embarazo.
- Puede utilizarse durante la lactancia, aunque hay que tener la precaución de no aplicarlo en zonas que vayan a estar en contacto directo con el bebé. Según la FDA tiene una seguridad L3 (intermedia) durante la lactancia.
- Con un solo producto se pueden tratar lesiones inflamatorias, puntos negros y pigmentaciones postinflamatorias.
- No destiñe los tejidos, a diferencia del peróxido de benzoilo, que puede dejar manchas blancas en la ropa o en las toallas.
- En el tratamiento del melasma en pieles oscuras (fototipos altos), es más seguro que otros despigmentantes como la hidroquinona.
- En general se tolera mejor que otros tratamientos tópicos como los retinoides o el peróxido de benzoilo.
Esperamos que hayáis aprendido algo sobre esta molécula tan versátil y que nos gusta tanto a l@s Dermatólog@s ;)
Feliz día!
Dra Sofía de Asís