La piel durante el embarazo

El embarazo es una época de cambios en la vida de la mujer, y la piel es uno de los órganos más afectados. ¡En el post de hoy os hablamos de ellos! 

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Estrías 

Las estrías son un tipo de cicatriz que aparecen cuando la piel se estira (o bien se encoje rápidamente) provocando la rotura del colágeno y la elastina, y que aparecen a medida que la piel se repara. Éstas no aparecen en cualquier persona ya que hay quien tiene mayor predisposición a sufrirlas. Además, se cree que los cambios hormonales del embarazo tienen un papel importante. Inicialmente pueden asociarse a picor y cambios de la textura y del color de la piel, pero con el tiempo suelen aclararse. Los cosméticos y tratamientos tópicos disponibles no han demostrado ninguna efectividad excepto aquellos que contienen retinol, pero éstos están contraindicados en el embarazo. Las cremas antiestrías no evitan su aparición, pero suelen hidratar y su acción, junto con el masaje que ejercemos al aplicarlas, parece que podrían ayudar de alguna manera. Los tratamientos que sí han demostrado mejoría parcial de las estrías una vez ya se han establecido son ciertos tipos de láser, radiofrecuencia y microdermoabrasión, entre otros. Consulta al dermatólog@! 

 

Línea alba

Se trata de la línea pigmentada que aparece en el abdomen durante el segundo trimestre del embarazo como respuesta al aumento de los estrógenos. Además de la línea alba podemos observar oscurecimiento de los pezones. Todos estos cambios desaparecen meses después de dar a luz y no tienen ninguna implicación en la salud de la embarazada. 

 

Pelo fuerte y brillante

La mayoría de embarazadas notan una mejoría del aspecto del pelo, más brillo y menos caída. La mayoría de cabellos se encuentran en fase de crecimiento, pero éste se detiene pocos meses tras el parto, provocando el llamado efluvio telógeno. Aunque suele ser alarmante, la mayoría de mujeres se recuperan de ésta caída tan intensa meses (o años, según la longitud del pelo) después, recuperando la densidad previa. No se ha podido demostrar que los nutricosméticos (comprimidos orales específicos para el crecimiento del pelo) sean más efectivos que una dieta saludable.

 

Picores

Se trata de una molestia muy frecuente y que suele relacionarse con la sequedad de la piel en la mayoría de los casos, por lo que la hidratación con cremas suele ser necesaria así como evitar las duchas de agua muy caliente o prendas de ropa que empeoren los síntomas. Si este picor es intenso o se asocia a lesiones y además afecta a palmas y plantas debes consultar al/la ginecólog@ y/o dermatólog@.

 

Melasma

Esta es una de las mayores preocupaciones de las embarazadas debido a sus implicaciones estéticas. Consisten en la aparición de manchas en la zona del bigote, mejillas y frente como respuesta al aumento de estrógenos (por eso podemos verlas en otras situaciones como la toma de anticonceptivos orales). Durante el embarazo no existe un tratamiento efectivo para eliminarlas, así que lo único que podemos hacer es prevenirlas con un fotoprotector solar (que preferentemente contenga filtros físicos en su fórmula) adaptado al tipo de piel de la mujer y evitando fórmulas demasiado grasas, lo cual podría agravar el acné que ya puede aparecer por el propio embarazo. 

“Verrugas” y lunares

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Muchas mujeres refieren la aparición de lesiones rugosas en abdomen, espalda y zonas de roce como axilas y cuello. Habitualmente se trata de fibromas o queratosis seborreicas y no son peligrosas. Para retirarlas hay que acudir al/la dermatólog@.

Sin embargo, la aparición de nuevos lunares o el oscurecimiento de los previos si que puede requerir una visita al médico para confirmar que están dentro de la normalidad.

 

Acné y piel grasa

Durante en embarazo algunas mujeres desarrollan acné debido al aumento de los andrógenos. Aunque deben evitarse los tratamientos tópicos en la medida de lo posible, el riesgo de cicatrices y la afectación de la calidad de vida de la mujer en este período implican que a menudo sea necesario hacer algún tratamiento, siempre asesoradas por el/la dermatólog@. Muchos de los tratamientos disponibles para el acné están contraindicados en esta etapa pero algunos como el ácido azelaico, la eritromicina, clindamicina, metronidazol o cosméticos que incorporen ácido glicólico en su fórmula están permitidos siempre y cuando lo indique el médico, además de tratamientos más novedosos como fototerapia de luz azul. Tanto la aparición de acné como de seborrea (piel grasa) requieren una correcta higiene diaria y cosméticos adecuados. 

Como veis, el embarazo implica muchos cambios en la piel por lo que debemos cuidarla y asesorarnos en caso de dudas!

Dra Sara Gómez