Mitos en cosmetología: ¿sabemos tanto como creemos?

¡Hola chicos!

 

Hoy vamos a comentar algunos de los mitos más extendidos y que a menudo a nuestros pacientes les plantea dudas.

 

Los cosméticos no comedogénicos SÍ pueden causar acné

¿A cuántos de vosotros no le ha aparecido alguna vez un brote de acné facial tras aplicar alguna crema catalogada como “no comedogénica”? De la misma manera que ocurre con los productos “hipoalergénicos”, no existe una regulación clara al respecto y los tests que se realizan antes de comercializarlos no están protocolizados, por lo que dependen de cada laboratorio.

El aceite mineral (que encontraremos en la lista de ingredientes como mineral oil) ha sido considerado como una de las sustancias más comedogénicas que existen. Sin embargo, el aceite mineral destinado a cosmética, a diferencia de los utilizados en la industria como lubricante, es una forma pura sin contaminantes con escaso o inexistente poder comedogénico.

 

NO todas las cremas solares causan acné

A pesar de que muchos pacientes nos consultan por brotes de acné tras 24 o 48 horas de la aplicación de cremas solares (lo cual implica un reducción de su uso y un mayor riesgo de complicaciones por exposición solar como cáncer de piel y fotoenvejecimiento), la realidad en la mayoría de casos es que los componentes que incluyen pueden provocar un taponamiento de las glándulas del sudor, sobretodo con aquellas que son water-resistant. Un correcto asesoramiento y valoración por vuestro dermatólogo es la mejor solución a una correcta selección del fotoprotector solar.

 

Ningún cosmético reduce el tamaño del poro

Hay algunos cosmecéuticos como el ácido glicólico, el ácido salicílico o los retinoides, que pueden mejorar la textura de la piel generando una sensación de “poro cerrado”. Sin embargo, todos los estudios realizados hasta la fecha demuestran que el tamaño del poro no puede reducirse pero que la eliminación de sebo y suciedad que los ocluye puede mejorar sustancialmente su aspecto.

 

NO necesitamos una rutina con muchos cosméticos

Aunque es cierto que en culturas como la japonesa se valora el uso de muchos cosméticos, y cuanto más mejor, tampoco se ha podido demostrar su superioridad respecto a rutinas más simples que incluyan limpiadores y cremas hidratantes con principios activos. Hasta que no se demuestre lo contrario, nuestro consejo es usar los productos necesarios y adaptados a nuestra piel, asesorarnos correctamente y desechar aquellos que no aporten nada a nuestra salud o aspecto.

 

Los brotes de acné después de los 30 años SÍ son frecuentes

El acné después de los 30 es cada vez más frecuente, y nosotras lo vemos reflejado en nuestro día a día en la consulta. La principal causa es hormonal y se ve agravada por el uso de cosméticos poco adecuados que a menudo han sido recomendados por alguien no experto, con la intención de frenar el fotoenvejecimiento y las primeras arrugas. El acné a estas edades es distinto al del adolescente y, a grandes rasgos, suele aparecer en la zona de la barbilla y mejillas en forma de pápulas profundas e incluso dolorosas.  Cualquier mujer con este tipo de acné debe ser valorada por un dermatólogo con el fin de iniciar un tratamiento correcto (antibióticos, anticonceptivos orales o tratamientos tópicos) y evitar las cicatrices, ya que los cosméticos habituales suelen ser poco efectivos en su resolución. Puedes consultar nuestro artículo acerca del acné en la mujer adulta pinchando aquí.

 

La mayoría de cicatrizantes NO son efectivos

Tras un corte accidental o cirugía que afecte a la piel es habitual la recomendación de algún producto supuestamente cicatrizante (como la famosísima rosa de mosqueta). Sin embargo, la mayoría de ellos son cremas hidratantes que incluyen algunos ingredientes en su formulación pero que no mejoran de forma importante el resultado final de la cicatriz. La mayoría de ellos solo pueden aplicarse una vez haya cerrado la herida y se hayan retirado los puntos en caso que hayan sido necesarios. Muchos recomiendan ser aplicados 2 o más veces al día con un masaje ligero. Lo que sí sabemos es que la hidratación y el masaje periódico mejoran el aspecto de la cicatriz, y no la cicatriz como tal, e incluso pueden llegar a suavizar la textura de una cicatriz endurecida.

 

¡Esperamos que estos tips os sean de ayuda! ¡Sabemos que muchos de ellos van a sorprenderos!

Dra. Sara Gómez