¿La luz azul puede afectar a la piel?
El post de hoy empieza con un poco de ciencia…vamos a aclarar unos conceptos básicos sobre la radiación, la luz visible y la luz azul antes de explicar qué efectos tienen en nuestra piel y cómo podemos evitarlos.
¿Qué es la luz visible?
Es la parte del espectro electromagnético capaz de activar nuestros receptores de la visión, es decir, la parte que puede ver el ojo humano y que cubre el espectro de luz de los colores del arcoiris. Tanto el sol (de forma natural), como las bombillas o pantallas de dispositivos electrónicos (luz artificial) emiten este tipo de luz.
Dentro de la radiación visible, la de más alta energía es la luz más azul, la más cercana al color violeta (en la frontera de los rayos ultravioleta).
¿Qué es la luz azul?
Como hemos dicho, la luz azul es la parte de la luz visible más energética.
La luz azul procedente del sol es muy efectiva a la hora de producir pigmentación, sin embargo la que emite un LED (de los que podemos tener en casa), emite una luz azul con un potencial menor de provocar pigmentación cutánea, por lo que necesitaríamos mucha intensidad de esta luz y muchos minutos de exposición para evidenciar ese efecto de pigmentación cutánea. Vamos a explicar esto:
La pantalla de los dispositivos electrónicos y la mayoría de luces LED, así como la radiación solar, tienen un porcentaje de luz azul en torno al 30% de la radiación emitida. Esto es diferente en el caso de las luces LED cálidas (aquellas con un tono más amarillo), ya que en estas el porcentaje de luz azul es menor (aproximadamente un 13%).
Además del % de luz azul que emite un dispositivo, también es importante saber su longitud de onda, ya que no toda la luz azul es igual. Esta puede abarcar un espectro que va desde los 400nm (más cercano al violeta, más capacidad de pigmentación) y los 500nm (más cercano al verde, menos capacidad de pigmentación), y por tanto no todos los dispositivos van a emitir la misma energía y no van a producir los mismos efectos en nuestra piel.
Es decir, el sol de verano a las 11hs, emite una cantidad e intensidad de luz azul que provoca pigmentación con 30 minutos de exposición y si nos vamos a mediodía, con 20 minutos es suficiente. Sin embargo, con un LED amarillo o cálido (de los que podemos tener en casa en una lámpara de techo), tendríamos que estar expuestos unas 180 horas para apreciar esa pigmentación.
¿Y qué pasa con los móviles o tablets?
Con un móvil o una tablet a una distancia de uso habitual de unos 20cm, necesitamos entre 50 y 200 horas de exposición (en función de la marca y modelo) para que la pigmentación se haga evidente.
¿Estamos verdaderamente expuestos a intensidades/dosis de luz azul significativa?
La conclusión de distintos trabajos es que, actualmente, la exposición a luz artificial supone un porcentaje mínimo de la luz visible que recibimos en conjunto, sin embargo debemos tenerla presente ya que sus efectos se añaden a los de la luz solar, y estamos expuestos a ambas durante toda la vida.
¿Cómo nos afecta esta luz azul?
Existe evidencia actualmente de los efectos nocivos de la luz visible sobre la piel y los ojos, siendo el principal mecanismo de daño, el famoso estrés oxidativo.
A nivel de la piel, esto puede provocar:
Inflamación.
Alteración de la función barrera.
Daño en el ADN.
Aumento de la pigmentación. Esto ocurre especialmente en fototipos altos (pieles oscuras) o en pieles irritadas/agredidas.
Estos nuevos conocimientos han dado lugar al concepto de “Digital Photoaging” o “Fotoenvejecimiento Digital”, que es aquel envejecimiento producido por el uso de dispositivos digitales.
¿Quién debe protegerse especialmente de la luz visible?
Sujetos con enfermedades de la piel desencadenadas por este tipo de radiación (fotodermatosis), como las porfirias y la urticaria solar.
Sujetos con trastornos de la pigmentación que empeoran con la luz visible, como el melasma o el liquen plano pigmentoso.
Sujetos sometidos a procedimientos médicos/estéticos, como láser, luz pulsada intensa (IPL) o peelings.
¿Se puede prevenir de alguna forma el daño provocado por la luz visible o luz azul?
Además de disminuyendo las horas de exposición (tanto a la luz visible de la radiación solar como a la luz artificial de los dispositivos), el uso de un fotoprotector adecuado puede llegar a reducir considerablemente la dosis de luz azul que llega a nuestra piel.
¿Qué debe contener un fotoprotector eficaz frente a luz visible?
Los filtros minerales óxido de zinc y dióxido de titanio no micronizados son eficaces frente a la luz visible, sin embargo dejan la piel muy blanca, por lo que muchas veces se micronizan para hacerlos cosméticamente agradables, perdiendo así su capacidad de proteger frente a la luz visible. Otra forma de solucionar ese color blanco indeseado, es añadiéndoles pigmentos (como el óxido de hierro o dióxido de titanio pigmentado), de forma que un fotoprotector adecuado frente a luz visible, será aquel que tenga esos filtros minerales y color, ya que de esa forma, sí son capaces de disminuir el daño producido por este tipo de radiación.
Otro aspecto importante, es que contenga algún antioxidante en la fórmula, para contrarrestar el estrés oxidativo que sufre la piel con la exposición a la radiación.
En resumen, la luz artificial (ordenadores, bombillas, tablets, móviles) tiene capacidad de producir ciertos efectos en nuestra piel, pero esta capacidad es muy baja en comparación con la exposición habitual que tenemos al sol. Pero recuerda, eso no quiere decir que no debamos protegernos correctamente, incluso dentro de casa si tenemos alguna patología como el melasma u otros trastornos de la pigmentación, o si nos hemos sometido a algún procedimiento médico/estético que haya fragilizado nuestra piel y exista riesgo de pigmentación postinflamatoria.
¡Esperamos que el post de hoy os haya resuelto las dudas respecto a este tema tan de moda!
Un abrazo,
Dra. Sofía de Asís.
Bibliografía:
Lyons AB, Trullas C, Kohli I, Hamzavi IH, Lim HW. Photoprotection beyond ultraviolet radiation: A review of tinted sunscreens [published online ahead of print, 2020 Apr 23]. J Am Acad Dermatol. 2020;S0190-9622(20)30694-0. doi:10.1016/j.jaad.2020.04.079.
Cohen L, Brodsky MA, Zubair R, Kohli I, Hamzavi IH, Sadeghpour M, Cutaneous Interaction with Visible Light: What Do We Know. J Am Acad Dermat. (2020), doi: https://doi.org/10.1016/j.jaad.2020.03.115.