Alopecia androgenética masculina: Turquía no es la única (ni la mejor) opción
La alopecia androgenética puede afectar tanto a hombres como a mujeres, pero como es Turquía lo que nos trae hasta aquí y esta alopecia es mucho más frecuente en hombres, vamos a enfocarlo más desde su punto de vista ¡prometemos pronto la versión femenina!
¿Qué es la alopecia androgenética?
Es una caída del cabello en la que influyen factores genéticos y hormonales, pero no es hereditaria, es decir, puede aparecer aunque no haya nadie en tu familia que la tenga.
Normalmente se produce una disminución de la densidad capilar (“clareo”) en la región superior del cuero cabelludo y frecuentemente en los hombres en las entradas, la frente y en la “coronilla”. No todos los casos progresan hasta la fase más avanzada, pero es habitual si no se instaura un tratamiento adecuado.
¿Por qué se produce?
Por acción de los andrógenos, que son unas hormonas masculinas presentes también de forma natural en las mujeres, pero en menor cantidad. Estos andrógenos producen una miniaturización progresiva de los folículos desde donde crece el pelo, y por tanto éste cada vez se va haciendo más fino pudiendo llegar a desaparecer.
Pero, yo me estoy quedando calvo y sólo tengo 20 años…
Exacto, su inicio suele ser precoz, entre los 20 y los 25 años, aunque al ser progresiva las formas más avanzadas se observan en pacientes más mayores.
¿Quiere decir que tengo alguna enfermedad?
En los varones no suele existir ninguna enfermedad asociada, sin embargo, en las mujeres puede asociarse a alteraciones hormonales de diversas causas.
¿Cómo sé si lo que tengo es una alopecia androgenética?
Existen muchos tipos de caída del cabello. La alopecia androgenética se diagnostica mediante la exploración del paciente clínicamente y mediante tricoscopia. Un buen diagnóstico es fundamental para iniciar un tratamiento personalizado y precoz, ¡no dudes en consultar con tu dermatólog@!
¿Existen tratamientos eficaces?
No existe un tratamiento curativo, ya que se trata de una patología crónica, pero contamos con herramientas eficaces para frenar su avance y en muchos casos recuperar parte del pelo perdido. Los tratamientos son largos, muchas veces de por vida, y el efecto empieza a apreciarse entre los 3 y 6 primeros meses de tratamiento, por lo tanto el paciente tiene un papel importante: la constancia. ¡Desconfía de los tratamientos rápidos y milagrosos!
Los principales tratamientos son:
- Fármacos antiandrogénicos (dutasterida y finasterida): actúan de forma selectiva sobre el folículo, son seguros y habitualmente son bien tolerados y permiten hacer una vida normal. Pueden tomarse por vía oral, aplicarse de forma tópica en el caso de la finasterida y en forma de microinyecciones locales en el caso de la dutasterida. Algunos efectos secundarios como la impotencia o disminución de la líbido preocupan a muchos pacientes antes de iniciarlos, pero la realidad es que son poco frecuentes, habitualmente reversibles y tienen tratamiento.
- Minoxidil: estimula el engrosamiento y el crecimiento del cabello. Se utiliza de forma tópica a varias concentraciones, y aunque a veces pueda irritar existen varias formulaciones y champús que minimizan este efecto. Además, actualmente se está desarrollando un test que permite predecir la respuesta individual al tratamiento.
- Plasma rico en plaquetas: consiste en extraer sangre del paciente e infiltrar en el cuero cabelludo la porción rica en factores de crecimiento derivados de las plaquetas. Su eficacia depende del paciente y del número de sesiones, pero está indicado para las formas más leves.
- Trasplante capilar: y llegamos al tema que nos ha traído hasta aquí. Es una técnica que traslada pelo del propio paciente de la zona de la nuca a la zona de alopecia. La intervención dura entre 6 y 10 horas, pero se realiza con anestesia local y no es necesario un ingreso hospitalario. Se requiere un periodo de recuperación de aproximadamente una semana, pero los resultados no son valorables hasta pasado un año. Normalmente un trasplante capilar conlleva un tratamiento con alguno de los tratamientos explicados previamente de forma crónica para evitar que el pelo injertado vuelva a caer.
¿Por qué un trasplante capilar no puede ser “barato”?
- Debe realizarse en un quirófano con el material quirúrgico adecuado para minimizar el riesgo de infección y garantizar la seguridad del paciente.
- Suelen ser necesarios entre 4 y 6 profesionales (médicos, enfermeras, auxiliares y técnicos capilares).
- Es necesario realizar un seguimiento estrecho con varias consultas para poder abordar posibles complicaciones que puedan ir surgiendo e ir ajustando el tratamiento de mantenimiento.
Todo esto supone un cierto coste, por lo que si alguien ofrece un trasplante capilar “excesivamente barato” probablemente es porque no cuente con las garantías de eficacia y seguridad adecuadas.
Así que como diría mi abuela… “lo barato sale caro”, y cuando se trata de la salud ¡aún más! Buscad un@ Dermatólog@ que os ofrezca un precio competitivo sin renunciar a la calidad, atención personalizada y profesionalidad.
¡Buena semana!
Dra. Andrea Allende