Tengo exceso de sudoración ¿qué hago?

¡BUENOS DÍAS a todos!

Seguro que la mayoría de vosotros ya sabéis que sudar es un proceso fisiológico dado que  nos sirve para favorecer la termorregulación, es decir, para mantener constante la temperatura corporal a 37ºC y crear así, una primera barrera de defensa cutánea. Sin embargo,  cuando es excesiva y constante, puede llegar a ser molesta, por ello en este post os contamos qué medidas os pueden ayudar a reducirla…

 

¿Qué es la hiperhidrosis?

            Se conoce como hiperhidrosis aquella situación en la cual se produce un exceso de sudoración superior al normal. La hiperhidrosis puede afectar a toda la superficie corporal o sólo estar localizada en áreas como  axilas, palmas o plantas. Pese a que no se considera un trastorno grave, sí que afecta de forma importante a la calidad de vida de las personas que lo padecen.

 

¿Qué tipos de hiperhidrosis existen?

            Existen dos tipos de hiperhidrosis; la primaria y la secundaria. La primera es la más frecuente,  puede iniciarse en cualquier momento de la vida y no tiene causa conocida (aunque se han visto diversos factores implicados como la predisposición genética o alteraciones del sistema nervioso). La segunda, puede tener su origen en trastornos de la glándula tiroidea o pituitaria, diabetes mellitus, tumores, menopausia o ciertos fármacos.

 

¿Cómo podemos tratar la hiperhidrosis?

            Actualmente disponemos de varias medidas que pueden ayudar a reducir la hiperhidrosis. Os lo contamos a continuación:

-       Antitranspirantes: son productos de uso tópico que contienen sales de aluminio (cloruro de aluminio y glicopirrolato). Actúan reduciendo la actividad de las glándulas sudoríparas, y por tanto, disminuyendo el sudor. En este sentido es importante diferenciarlos de los desodorantes, los cuales actúan ocultando el olor del sudor, pero no la secreción.

-       Iontoforesis: técnica mediante la cual pasa una corriente eléctrica de bajo voltaje a través de la superficie cutánea, lo que provoca una reducción de la producción de sudor por parte de las glándulas sudoríparas. Existen aparatos que funcionan con pilas y que pueden utilizarse en casa. Suele indicarse para hiperhidrosis palmar y plantar.

-       Medicamentos anticolinérgicos: fármacos que se administran vía oral y que neutralizan los efectos de la acetilcolina, sustancia responsable de la producción de la transpiración. El problema es que también inhibe otros procesos, y puede tener efectos secundarios como visión borrosa, sequedad de boca, estreñimiento y retención urinaria.

-       Inyección de toxina botulínica: método en el que se inyecta botox en pequeñas dosis con el fin de bloquear de forma temporal los músculos de las glándulas que estimulan el sudor. Se utiliza principalmente en la zona axilar y palmar y requiere de dos o tres infiltraciones al año, ya que los efectos duran entre 4 y 6 meses.

-       Cirugía (simpatectomía transtorácica): cirugía que extirpa los ganglios encargados de estimular la sudoración en axilas y manos. Esta técnica suele traer consigo una complicación importante, la hipersudoración refleja; es decir, que el paciente deja de sudar por la zona afectada pero puede experimentar un aumento de la transpiración en otras partes del cuerpo, como cara, espalda y pecho.

-        MiraDry®: esta técnica utiliza la energía producida por las microondas para destruir y reducir las glándulas sudoríparas que causan el sudor en la axila sin cirugía.

 

¿Qué consejos debemos seguir para evitar la hiperhidrosis? 

            Además de los tratamientos mencionados, es aconsejable adoptar hábitos de vida saludable; reducir el peso corporal, mantener una dieta equilibrada y evitar productos como el café, té, alcohol o los alimentos picantes que pueden estimular la transpiración. Por otra parte, aquí os dejamos una serie de consejos que también pueden ser útiles:

-       Evitar los lugares calurosos e intentar mantener ambientes como la casa y el trabajo frescos y bien ventilados.

-       Usar prendas no ajustadas y elaboradas con telas transpirables o tejidos naturales (algodón, seda, lino), ya que repelen la sudoración y mantienen la ropa seca.

-       Llevar plantillas especiales que absorban el líquido y/o utilizar sandalias.

-       Mantener una buena higiene corporal.

-       Llevar una muda de ropa de recambio para poder cambiarnos a lo largo del día, en caso de necesidad.

-       Reducir el estrés, la ansiedad, la tensión y las emociones fuertes.

¡Esperamos que os sirvan!

 

Como siempre en caso de dudas lo mejor será consultar a vuestr@ dermatólog@ que será el/la más indicad@ en aportar soluciones eficaces en cada caso.

 

 

¡Buen día!

 

Dra. Laura Berbegal