Acondicionadores ¿Qué es lo que sabes?

 

Se acerca el final del verano, y nuestro pelo lo sabe. El cloro, el mar, el sol y ese slow-life donde las rutinas de belleza quedan relegadas a un segundo plano, hacen que nuestro pelo se resienta. Puntas abiertas, tono apagado, pelo encrespado y áspero, ¿podemos rescatar nuestro pelo sin necesidad de recurrir a las tijeras?

 

Cuando buscamos un producto reparador tendemos a buscar una mascarilla, mientras que los acondicionadores los relegamos a la categoría de productos desenredantes. Hoy intentaremos explicar el funcionamiento de ambos según su formulación y descubriremos que un acondicionados y una mascarilla contienen prácticamente los mismos activos y que sobre todo se diferencian en la forma de aplicación y en el tiempo que se deja actuar el producto sobre el cabello (y en el marketing, claro).

 

Con los acondicionadores pasa como con las cremas; no todos los tipos sirven para todo el mundo, además de que cada persona tiene sus preferencias en cuanto a la cosmeticidad (perfumes, densidad, etc.). Además, no olvidemos que muchas empresas pagan a personas para que escriban reviews positivas de sus productos, y no todas las experiencias que leemos de un producto son ciertas.  

 

Entonces ¿cómo elegimos un acondicionador?

 Empecemos. Hay tres tipos de acondicionadores

-       Acondicionadores sin aclarado o serums. Son productos que se dejan en el cuero cabelludo, lo que condiciona que su tiempo de acción sea largo pero también que las concentraciones de sus activos sean menores, sobre todo si son potencialmente irritantes.

-       Acondicionadores con aclarado: los clásicos. La concentración de activos es mayor, ya que suelen dejarse sobre el cabello durante 2-3 minutos, pero al aclararse muchos de los activos que no pueden fijarse al pelo se pierden.

-       Acondicionadores profundos o deep conditioners, como les llaman los americanos. Son los equivalentes a las mascarillas. Contienen menos agua y por tanto son más densos, dando la sensación de que su acción reparadora es mayor, lo cual no siempre es cierto.

 

¿Cuáles son los principales ingredientes de un acondicionador?

-       Agua: es el más abundante y por tanto el que primero aparece en el INCI de estos productos, ¡fijaos!. Actúa como emulsionante del resto de ingredientes.

-       Alcoholes grasos: el más utilizado es el alcohol cetoestearílico y también el alcohol cetílico. Que sean alcoholes no quiere decir que resequen el pelo, ni que por ser grasos necesariamente engrasen el pelo, aunque esto lo veremos más adelante.

-       Surfactantes catiónicos: como el cloruro de behentrimonio o el cloruro de cetrimonio.

-       Siliconas:  la dimeticona o la amodimeticona son los más utilizados. Figuran en el INCI como ingredientes que terminan en “-cona”.

-       Otros ingredientes:

o    La glicerina es un buen hidratante, pero en los acondicionadores con aclarado no tiene mucho sentido utilizarla, ya que no se adhiere al pelo.

o   El isopropilo. Éste sí es un alcohol que reseca. Los alcoholes grasos se utilizan para disolver el cloruro de behentrimonio, que en su forma original es sólido y para que sea más fácilmente manejable viene mezclado con isopropilo. Si se manipula la fórmula en caliente la mayoría se evapora y sólo queda aproximadamente un 0,75%. Esto, unido a que el contacto con pelo es de corta duración, no es suficiente para resecar nuestro cabello.

o   Aceite de coco, aceite de semillas o aceite de aguacate. Funcionan mejor en productos sin aclarado por las mismas razones que la glicerina. El aceite de coco sí ha demostrado que puede hidratar el cabello “desde fuera” pero necesitaría horas para conseguir este efecto.

o   Pantenol: le ocurre como al aceite de coco. Sí ha demostrado eficacia como hidratante externo del cabello, pero en este caso no a las concentraciones en las que se utiliza en los acondicionadores.

o   Fragancias o perfumes: mejoran la experiencia, pero hemos de tener cuidado si somos alérgicos a alguno de ellos, como el limonene o el linalool.

o   Kathon (metilcloroisotiazolinona y metilisotiazolinona): es un conservante. Si no somos alérgicos no hay problema pero cuidado porque es una causa frecuente de dermatitis alérgica de contacto.

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¿Cómo funcionan estos activos? ¿Cómo aporta suavidad y brillo?

El pelo está cubierto por varias capas que se asemejan a las tejas de un tejado. Esas tejas cubren y protegen el interior del pelo y se llaman cutícula. Los productos químicos irritantes como los tintes, permanentes, cloro de las piscinas, champús inadecuados y el daño de agentes externos como el sol (consulta los efectos del sol sobre el pelo aquí), secadores, peines y cepillos las separan. Por un lado, esto provoca que el pelo esté más débil y se rompa más fácilmente y por otro que su tacto sea áspero y su superficie desigual. La luz que llega a un pelo que tiene una superficie rugosa se refleja de forma heterogénea y hace que luzca apagado. Los activos de un acondicionador actúan a modo de pegamento entre las tejas, rellenando los huecos y envolviendo al pelo, logrando así sellar la cutícula y protegerlo de nuevo, dándole un aspecto suave y liso que hace que la luz se refleje de forma homogénea y el pelo brille.

 

Y los acondicionadores correctores de color…  ¿Cómo funcionan?

Hay dos tipos:

-       Pelo oscuro: suelen contener tintes de color rojo o marrón que dejan algo de pigmento una vez aclarado.

-       Pelo claro: para estos tonos se utiliza un tinte violeta que lo que hace es cancelar el resto de colores aportando cierto brillo al pelo rubio.

¿El pelo se hidrata?

Sí, se hidrata con una alimentación saludable y un cuero cabelludo sano. El pelo necesita para su formación minerales, aminoácidos y vitaminas. La cistina y la vitamina b son dos activos importantes para su correcta síntesis. Como hemos adelantado antes, el pantenol y el aceite de coco sí pueden aportar hidratación externa al pelo, pero no en las concentraciones ni en las condiciones reales de aplicación de los acondicionadores actuales.

 

¿Los acondicionadores engrasan el pelo?

Sí, precisamente es esta grasa la que aporta los efectos deseados de suavidad, textura y brillo, como ya hemos comentado antes. ¿Significa esto que si mi pelo es graso no debo utilizar acondicionadores? No. La grasa pesa, así que si la depositamos en la raíz haremos que el cabello se apelmace. Cuando tenemos un cuero cabelludo graso debemos evitar aplicar el acondicionador o la mascarilla en la zona de la raíz, sólo en zonas medias y puntas, y ayudarnos previamente de un champú que controle ese exceso de grasa.

 

¿Es mejor un acondicionador de peluquería?

Los productos de peluquería contienen básicamente los mismos activos que los productos de uso domiciliario, por lo que no disponen de una tecnología que justifique resultados muy diferentes. Sí es cierto que la forma de aplicarlos (mayor homogeneidad, ciertas fuentes de calor) y la experiencia (masajes, el peinado final) pueden hacernos percibir que nuestro pelo luzca mejor, pero no porque los productos sean radicalmente distintos a los que podemos aplicarnos en casa.  

 

Como conclusión…

 Los acondicionadores son productos estupendos para mejora el aspecto del cabello, pero sus beneficios salvo contadas excepciones son puramente estéticos. Huyamos de falsos reclamos publicitarios que se centran en la hidratación y fijémonos en los componentes del producto. Cuidemos nuestro pelo desde dentro, no lo expongamos a químicos innecesarios y complementemos su textura y su brillo desde fuera.

 

¡Ánimo con la vuelta al cole!

 

Dra Andrea Allende García